las muñecas de famosa

Aprovecho esta entrada para felicitar las Navidades con una de las campañas que más ha conseguido traspasar las fronteras de las pantallas y llegar a convertirse en icono: "Las muñecas de famosa", villancico publicitario escrito por Luis Figuerola-Ferretti.
Con los años, la campaña fue evolucionando, pero su mensaje siempre ha sido el mismo. Sin duda, el más conocido es con el que disfrutamos, durante tantas navidades, la generación de los 80's.

La población alicantina de Onil, es productora de muñecas desde el s.XIX, cuando Ramón Mira Vidal y su ímpetu innovador se decidiesen a fabricar muñecas con barro.
A mediados del s. XX, la aparición del plástico, más maleable, barato y fácil de trabajar, provocó que muchos de los talleres tradicionales de muñecas adquiriesen maquinaria para renovarse y esto comprometía de forma seria su futuro. La solución pasó por agruparse todos estos talleres, pudiendo hacer frente a la compra de nueva maquinaria y siendo más competitivos frente a un mercado cambiante, evitando así la desaparición de muchas pequeñas empresas de la población.
En febrero de 1957, 25 de estas pequeñas empresas se unieron constituyendo Famosa (Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil, S.A.) y el primer director general fue Isidro Rico, que en 1978 seria substituido por Jaime Ferri.

No obstante, el primer inconveniente grave al que hizo frente Famosa fue el abandono de cuatro empresas que la formaban, lo que arrastró a muchas más a abandonar la sociedad. Famosa continuó sólo con cinco de las empresas fundadoras. Otro fuerte revés que sufrió fue el lanzamiento del muñeco "Baby Godín" en 1963, cuando los pedidos estuvieron a punto de servirse, el plástico de la piel de los muñecos había amarilleado debido a la mala calidad, pues estaba severamente restringida la importación de esta materia prima.
Con la apertura hacia nuevos mercados, Famosa decidió acudir a ferias extranjeras como la de Lyón, a la que se trasladaron, el entonces director general de la compañía Isidro Rico, y Ramón Sempere. A su regreso a Onil, con la carta de pedidos vacía, les asaltaron los empleados de una empresa italiana de la competencia, y a modo de sabotaje les pintarrajearon la furgoneta. Más o menos en esa época asistió Famosa como expositora en la feria del juguete de Nuremberg donde, la dirección de la feria no les concedió espacio en el recinto ferial para vender sus productos, aunque les permitieron situarse en el rellano de una escalera.
Tiempo después, en la primera feria del juguete de Valencia, Famosa asistió como expositora, ocupando un pasillo. En este caso, la organización de la feria tuvo serios problemas de espacio. La anécdota está en que la corriente de aire que se formaba en ese lugar, obligó a los empleados de Famosa a atar, las muñecas en las estanterías para que no se movieran.
A Famosa todavía le esperaba un gran futuro por delante, demostrando un gran empeño en salir adelante a pesar de las adversidades.